«Desde los siglos XVI y XVII, y quizás ya antes de la invención de la imprenta en algunas partes de Europa, leer libros era la práctica dominante para aprender no solamente conocimientos y saberes, sino técnicas y prácticas», dice Roger Chartier, si bien aclara que todavía la palabra hablada y las imágenes grabadas o pintadas eran consideradas vehículos de conocimiento igualmente válidos para aprender. Y ya en el siglo XIX, el modelo de transmisión del conocimiento organizado alrededor de la escuela privilegió la asociación entre leer (escribir) y saber hasta tal punto que, aún para nosotros, leer textos escritos y aprender funcionan casi como sinónimos.
Pero, en la actualidad, la revolución digital cuestiona esa relación de raíz, como nunca había sucedido en la historia: no solo se modificaron los soportes de la escritura, la técnica de su reproducción y diseminación, y las maneras de leer, sino, por primera vez en siglos, también los objetos que «leemos» y las prácticas sociales con que se relacionan.
¿A qué nos referimos hoy, en tiempos de internet, cuando hablamos de «leer y escribir»?
Daniel Cassany reflexiona sobre esta pregunta:
Desde este marco de ideas, les presentamos el especial de vacaciones de invierno #Leer1xDía.En el calendario de más abajo (creado con la herramienta Google Calendar), van a encontraruna lectura sugerida por día: sitios interactivos, textos, libros multimedia, videos. Para sumergirse en las nuevas prácticas de lectura y escritura, para asombrarse de la experiencia, para conocer o ampliar conocimientos, y recrear las propias prácticas áulicas.¡Pueden seguirnos en el hashtag #Leer1xDía en Facebook y Twitter!
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